Covid-19: ¿Maldición o bendición?
Probablemente ya le haya sorprendido el título. La interrupción de las cadenas de suministro, los flujos de trabajo disfuncionales cuando los equipos y las organizaciones están fuera de la oficina, los clientes que hacen cada vez más pedidos en línea, las oficinas en casa mal equipadas... hemos visto todo esto y mucho más en el último año y medio. Todos hemos visto o soportado también que muchas empresas han encontrado soluciones o soluciones provisionales. Esto significa que se han tomado y se están tomando medidas para eliminar las consecuencias de la pandemia.
Es importante distinguir estas medidas de la transformación digital real. Las medidas pueden ser las mismas, pero son más tácticas que estratégicas, a menos que se prefieran proyectos que de todos modos están en la línea estratégica.
Al mismo tiempo, se produjo una reevaluación en la industria, la política y entre la población: Una mayor digitalización es vital para la supervivencia de Europa Central como lugar de negocios. Esto aumentó la demanda de determinados servicios, hardware y software, porque muchas empresas querían ahora adoptar medidas similares.
En un estudio de Harvard Business Review, el 95% de los encuestados afirma que la importancia de la transformación digital ha aumentado en su sector. Y que hay tres factores que contribuyen al éxito de la transformación: la cultura corporativa adecuada, los procesos empresariales adecuados y la tecnología adecuada.
La hipótesis de trabajo es que los cambios que se han producido en nuestro mundo laboral desde Covid-19 frenarán o limitarán total o parcialmente estos factores. Las empresas inteligentes establecerán procesos que hagan posibles las reuniones informales incluso cuando se trabaje a distancia, se cita en el estudio a Thomas Davenport, del Babson College. Hay que estar de acuerdo con esto. Las posibilidades técnicas de trabajar desde casa se están aplicando ahora de forma ordenada en muchas empresas. Observo con muchos de mis clientes que las posibilidades técnicas del trabajo a domicilio se han asemejado a las de la oficina.
Además, desde el inicio de la pandemia, hay muchas herramientas de software que se utilizan a distancia en el equipo y se emplean con eficacia. En retrospectiva, el cambio fue sorprendentemente fácil para muchas empresas. Queda el tercer factor: la tecnología adecuada. Esto implica tres aspectos: la selección correcta, la adquisición y la implementación. El proceso de selección puede hacerse a distancia, aunque participen diferentes empresas o consultores. La adquisición también ha vuelto a la normalidad en muchos casos, salvo por los retos actuales de las cadenas de suministro globales.
Aunque no estuviéramos preparados, los efectos positivos de la transformación digital superan a los negativos. Muchos retos han sido resueltos por las empresas y sus proveedores. Se ha dado el pistoletazo de salida y se ha encendido el turbo. Estamos en medio de un maratón, no de un sprint, con los proyectos de transformación digital de las empresas. Los retos planteados por la pandemia han acelerado este proceso a pesar de las limitaciones que se encuentran en el camino.