El camino es la meta
Karin Gräslund, DSAG: "Pedimos nada menos que el marco técnico para poder cumplir la ley y convertirla en una ventaja competitiva". La Ley de Diligencia Debida en la Cadena de Suministro (LkSG) anuncia un cambio de paradigma urgentemente necesario en Alemania: Si la responsabilidad empresarial a nivel voluntario no tiene ningún efecto en las cadenas de suministro, entonces las especificaciones sobre derechos humanos y protección del medio ambiente deben ser vinculantes y aplicarse con medidas gubernamentales para identificar riesgos, prevenir infracciones, minimizarlas conjuntamente y ponerles fin. Hasta aquí la teoría, el Grupo de Usuarios SAP de habla alemana -con el apoyo de SAP- aportará ahora también el tan necesario beneficio práctico al LkSG.
"Al fin y al cabo, todos tenemos que gestionar la nueva ley de forma óptima con las infraestructuras informáticas, las licencias de software y los contratos de mantenimiento existentes; porque el esfuerzo administrativo y los requisitos legales seguirán aumentando", afirma Karin Gräslund. La Ley de Diligencia Debida Corporativa en las Cadenas de Suministro -LkSG para abreviar (Lieferkettensorgfaltspflichtengesetz)- fue aprobada por el Bundestag alemán el 11 de junio del año pasado y obliga a las empresas con sede o sucursales en Alemania a observar, aplicar y, si es necesario, sancionar las obligaciones de diligencia debida en materia de derechos humanos dentro de sus cadenas de suministro globales.
Sin embargo, las obligaciones de diligencia debida sólo se aplican legalmente a los proveedores directos y, en su caso, a sus proveedores. En la lucha contra las violaciones de los derechos humanos y la destrucción del medio ambiente, esto ayudará jurídicamente, pero para una "sacudida a través de la sociedad corporativa" muy práctica y proactiva este mensaje se queda muy corto.