Tecnología fiscal - De la eficacia a la precisión

Por lo tanto, las funciones fiscales deben estar preparadas para hacer frente a esta ola de disrupción digital, que les exige estar aún más cerca de sus partes interesadas y satisfacer las cambiantes necesidades y expectativas de las administraciones tributarias.

Tradicionalmente, las funciones fiscales han operado en silos y han sido pobres en tecnología, centrándose ésta principalmente en la eficiencia de los procesos. La tecnología fiscal representa el uso de la tecnología en la función fiscal. La digitalización de los procesos, incluida la captura y el análisis de datos, la conciliación de datos y la auditoría fiscal, permitirá a las empresas optimizar los impuestos en todas sus operaciones y acelerar los procesos de planificación, información y cumplimiento.

Cumplir la normativa fiscal es más complejo y lleva más tiempo que nunca. Constantemente se aprueban nuevos impuestos y obligaciones de información. Un sistema de gestión del cumplimiento de la normativa fiscal se considera adecuado si es capaz tanto de reconocer los riesgos de infracciones significativas como de prevenirlas a tiempo y con suficiente certeza. Esto significa que se requieren medidas preventivas y de identificación.

Impulsados por las nuevas fronteras digitales y la globalización, los gobiernos recurren cada vez más a la tecnología para mejorar la recaudación de impuestos indirectos. La herramienta más utilizada actualmente es probablemente la facturación electrónica.

He aquí una selección de gobiernos que exigen la facturación electrónica de una forma u otra: Suecia está aplicando la directiva de la UE sobre facturación electrónica. Chile exige certificados digitales y números únicos para autenticar los documentos. México exige sellos digitales para verificar el origen y la autenticidad de las facturas electrónicas. Colombia exige a las empresas que utilicen la facturación electrónica para el IVA y el impuesto sobre bienes de consumo. El Gobierno rumano ha creado la plataforma central RO-E-Invoice.

La facturación electrónica es obligatoria desde julio de 2022 para las empresas cuyas actividades comerciales estén asociadas a categorías de productos con un alto riesgo fiscal. India anunció un cambio en el umbral de facturación electrónica. A partir del 1 de abril de 2023, la facturación electrónica será obligatoria para los contribuyentes con ingresos superiores a 20 millones de INR (aproximadamente 2,4 millones de euros). Las autoridades alemanas están introduciendo el RTR o la facturación electrónica. La facturación electrónica B2B se introducirá en Serbia a partir de enero de 2023. Australia exige a sus principales socios comerciales que presenten facturas electrónicas en formato Peppol a partir de julio de 2023. Japón espera introducir la facturación electrónica en el país en octubre de 2023.

En los últimos años, el IVA ha demostrado ser el mayor riesgo fiscal para muchas empresas. Esto se debe a que es susceptible de fraude, tiene una importancia considerable como ingreso fiscal y a menudo es objeto de auditorías por parte de las autoridades fiscales. Por ello, las autoridades fiscales comprueban periódicamente la exactitud de las facturas, el derecho a deducir el impuesto soportado y -sobre todo en el caso de las transacciones transfronterizas- las pruebas documentales y la contabilidad correcta en el ámbito del IVA.

Los sistemas de control fiscal eficaces comprueban y controlan cada transacción contabilizada en el sistema ERP. Las comprobaciones de control pueden ir de simples a complejas, en función de la jerarquía organizativa. Por ejemplo, se podría ilustrar la siguiente jerarquía en complejidad: 

Primera etapa: Comprobación de si las operaciones se han contabilizado sin indicador de impuestos. Segunda etapa: Comprobar la comparación del tipo impositivo y el importe del impuesto en la factura. Tercera etapa: Comprobación de las contabilizaciones incorrectas en las cuentas fiscales. Cuarta etapa: Comprobación de la exactitud de los códigos fiscales asignados para operaciones complejas como las operaciones en serie o las triangulaciones. Tomar esta cuarta etapa como ejemplo significa en realidad que las empresas establecen la compleja lógica para la determinación de impuestos una segunda vez en la instancia de auditoría e ilustra la complejidad de las auditorías hoy en día. 

Al principio, la tecnología tenía como principal objetivo aumentar la eficiencia, por ejemplo en el procesamiento de facturas, mientras que cada vez más se está convirtiendo en una potente herramienta para comprobar la corrección.

La introducción de la tecnología fiscal ofrece la oportunidad de analizar en profundidad y optimizar las funciones fiscales de una organización a nivel de transacción. En función del alcance de los controles implantados, la tecnología fiscal no solo puede aumentar los requisitos de cumplimiento, sino también reducir costes, mejorar el control de procesos y datos, permitir una mejor planificación y desarrollo de estrategias y aumentar la transparencia.