El eterno presidente
Hasso Plattner tiene muchas cualidades. Las dos principales son su inquebrantable determinación de triunfar, incluso frente a la mayor resistencia, y un don visionario que le permite reconocer tendencias imprecisas mucho antes que nadie. Ahora, tras muchos años de aplazamientos, retrasos y discusiones, el profesor Hasso Plattner ha dimitido como Presidente del Consejo de Supervisión.
Según una entrevista con Plattner en la revista alemana de economía Wirtschaftswoche (WiWo), existe un contrato de consultoría para él que pretende mantener la experiencia del cofundador de SAP para el líder mundial del mercado de ERP en beneficio de ambas partes. Este contrato podría garantizar a SAP el acceso a los amplios conocimientos de Plattner y, al mismo tiempo, asegurar que éste conserve cierto grado de influencia. Sin embargo, según informa WiWo, el contrato aún no se ha firmado y el propio Plattner no está seguro.
Más allá del cumplimiento, para Hasso Plattner siempre fue importante influir en el desarrollo de SAP. Como CEO, era necesario, correcto y lógico. Como Presidente del Consejo de Supervisión, sus consejos bienintencionados rozaban el buen gobierno corporativo. El cumplimiento impecable no era una prioridad para el profesor Hasso Plattner, y la Junta Directiva de SAP también tenía una visión un tanto deportiva de la superación de los límites.
El dilema relativo al buen gobierno corporativo en el sentido del cumplimiento pertinente en SAP no comenzó con el consejo bienintencionado de Hasso Plattner, sino con la composición del Consejo de Supervisión bajo el liderazgo de Plattner.
Naturalmente, los miembros del consejo de supervisión son delegados oficialmente o propuestos por organismos externos, empresas y grupos de interés, y luego elegidos. Hasta aquí la teoría. En la práctica, Hasso Plattner, como mayor accionista individual, Presidente del Consejo de Supervisión y figura principal de SAP, ha tenido y sigue teniendo una influencia duradera en el desarrollo del líder mundial del mercado ERP.
Hasso Plattner influyó y controló la composición del Consejo de Supervisión más que ningún otro presidente. Mientras que otras empresas han empleado agencias especializadas durante muchos años para buscar y seleccionar a los miembros del Consejo Ejecutivo y del Consejo de Supervisión, en SAP sólo contaba la palabra y el instinto de Hasso Plattner.
El dominio de Plattner en el nombramiento de los miembros del consejo de administración y del consejo de vigilancia tenía, naturalmente, ventajas e inconvenientes. Como cofundador de SAP, Plattner tiene una experiencia casi infinita, pero también una relación muy íntima con su SAP, lo que a veces le impedía adoptar una visión crítica, constructiva y analítica. Muchas de las decisiones de Plattner en materia de personal fueron actos emocionales de convicción. Muchos antiguos amigos, compañeros y empleados no tardaron en entrar en el Consejo de Supervisión.
Hasso Plattner seguirá dirigiendo su SAP con la ayuda de tres personas muy importantes: Gerd Oswald, antiguo miembro de la Junta Directiva de SAP y miembro del Consejo de Supervisión, Lars Lamadé, Vicepresidente Senior de SAP y Vicepresidente del Consejo de Supervisión, y el Profesor Ralf Herbrich, miembro del Consejo de Supervisión de SAP y Director General del Instituto Hasso Plattner. Con estos tres miembros del Consejo de Supervisión, Hasso Plattner está bien informado y siempre justo donde está la acción.