La industria del automóvil en la vía rápida
La industria automovilística tiene previsto aumentar su inversión en el desarrollo de fábricas inteligentes en más de un 60% en los próximos tres años, lo que la sitúa por delante de otras industrias.
Según el reciente estudio del Instituto de Investigación Capgemini "How Automotive Organizations can maximize the Smart Factory Potential" (Cómo las empresas de automoción pueden aprovechar al máximo el potencial de las fábricas inteligentes), es posible aumentar la productividad en más de 160.000 millones de dólares mediante el desarrollo de fábricas inteligentes.
Para hacer realidad este potencial, las empresas deben ampliar sus iniciativas de fábricas inteligentes de forma exhaustiva e invertir en las competencias de sus empleados, así como en sus sistemas informáticos.
El estudio arroja luz sobre la situación actual de los fabricantes de automóviles (OEM) y los proveedores en el tema de las fábricas inteligentes y compara los resultados con estudios comparables de 2017/18.
Está claro que tanto los niveles de inversión previstos como las ganancias de productividad asociadas a las fábricas inteligentes son significativos. Sin embargo, solo una pequeña proporción de las empresas automovilísticas son capaces de aprovechar plenamente los beneficios mediante un escalado integral.
El estudio de Capgemini clasifica al 72% de las empresas automovilísticas como "principiantes". El grupo de "principiantes" incluye empresas que no pueden asumir los costes de la fábrica inteligente.
Sólo el diez por ciento son "precursores" y, por tanto, están equipados para explotar todo el potencial de las fábricas inteligentes (entre los fabricantes de equipos originales, el 18 por ciento son precursores, entre los proveedores, el ocho por ciento).
En los últimos dos años, el 30% de las fábricas se han transformado en fábricas inteligentes. Las fábricas "inteligentes" utilizan tecnologías digitales para lograr mejoras significativas en productividad, calidad, flexibilidad y servicio.
Tres tecnologías digitales clave hacen posible la fábrica inteligente: conectividad (por ejemplo, utilizando el IoT industrial para recopilar datos de los activos existentes y de nuevos sensores); automatización inteligente (por ejemplo, robótica avanzada, visión artificial, control distribuido, drones); y gestión y análisis de datos a escala de la nube (por ejemplo, implementando análisis predictivos/AI).
Estas tecnologías digitales también permiten la convergencia TI-OT para apoyar la continuidad digital de extremo a extremo, desde el diseño hasta las operaciones (gemelo digital). Esto incluso superó las expectativas de 2017/18, ya que hace dos años los ejecutivos encuestados todavía asumían una cuota del 24%.
Más dinámico, más rápido, más ambicioso
La industria automovilística se ha fijado ambiciosos objetivos para los próximos cinco años y planea transformar el 44% de sus fábricas en plantas inteligentes. Esto la sitúa a la cabeza de todas las industrias:
Por ejemplo, se espera que el sector de la fabricación discreta (excluida la automoción) aumente su cuota de fábricas inteligentes en un 42% para 2025, seguido de la industria de procesos con un 41%, el sector de la energía y los servicios públicos con un 40% y la industria de bienes de consumo con un 37%.
Los planes de inversión de las empresas automovilísticas también se reflejan en la parte de las ventas totales que pretenden invertir cada año en fábricas inteligentes: Se espera que aumente de alrededor del 2,2% en los últimos tres años al 3,5% en 2023, lo que supone un incremento del 62%.
En sus inversiones, las empresas de automoción se centrarán en una combinación de instalaciones greenfield y brownfield: el 44% planea un enfoque híbrido, el 31% está considerando construir fábricas brownfield y el 25% quiere invertir en una fábrica greenfield.
"Las empresas automovilísticas han avanzado más de lo esperado en sus iniciativas de fábricas inteligentes durante los dos últimos años y ahora se proponen seguir aumentando el ritmo.
Los fabricantes de automóviles y sus proveedores están dispuestos a realizar grandes inversiones, que se verán recompensadas en 2023, con un aumento anual de la productividad de entre el 2,8% y el 4,4%".
afirma Jacqueline Wild, Directora de Prácticas e Innovación de Capgemini en Austria.
"Para el sector de la automoción, sin embargo, se trata ahora de colmar las lagunas en la reserva de talentos, en la estrategia tecnológica y en la cuestión del escalado. Sólo así podrán cosechar todos los beneficios".
La industria automovilística se ha fijado unos elevados objetivos en materia de indicadores clave de rendimiento, pero aún le queda mucho camino por recorrer antes de poder explotar plenamente el potencial de las fábricas inteligentes:
Por ejemplo, la eficacia global de los equipos sólo ha mejorado un once por ciento, frente al objetivo del 38 por ciento. Esto deja claro que aún hay margen de mejora, especialmente en la plena ampliación de las iniciativas de fábricas inteligentes.