¡Feliz cumpleaños, Linux!
La idea detrás de Linux: se suponía que iba a ser gratuito y accesible a todo el mundo desde el principio, aparte del coste de los discos para distribuir el programa en la comunidad de código abierto.
Linux se inspiró en Unix y GNU, pero se desarrolló desde cero. Mientras en los años ochenta se libraban las llamadas guerras Unix, Linux asumió el papel de pionero casi sin que nadie se diera cuenta porque la comunidad del código abierto se levantó contra las restricciones de la comercialización y los modelos de licencia.
La dinámica idea del código abierto ha dado sus frutos: Linux es ahora el sistema operativo universal más instalado, y es el sistema operativo de más del 90% de todos los superordenadores del mundo. Incluso en Marte, Ingenuity -el diminuto helicóptero que fue el primero en volar en un planeta distinto de la Tierra- funciona con Linux. De vez en cuando, Linux se compara con el aire: No se ve, pero está ahí.
Linux es básicamente un núcleo, desarrollado y mantenido por miles de desarrolladores en empresas o a título individual. Este núcleo consta de más de ocho millones de líneas de código, y más de 1.000 colaboradores trabajan en cada nueva versión. Todas las aplicaciones que funcionan con Linux proceden de distribuciones desarrolladas por empresas de código abierto para ámbitos de uso específicos.
Linux está ahora más extendido que nunca: redes sociales, juegos, coches, ordenadores de la NASA, televisores, Apple, routers, sistemas de punto de venta, dispositivos médicos y relojes inteligentes funcionan con Linux. No es solo un sistema operativo, sino también el mayor fenómeno que jamás haya afectado a la industria informática.
Todavía no hay indicios de que la idea del código abierto esté perdiendo impulso. La comunidad cuenta con 56 millones de colaboradores, y la tendencia va en aumento.