La agilidad como meta
Los responsables de TI deben evitar estos cinco tropiezos típicos en la transformación DevOps:
1. cuestionar la necesidad
No todos los entornos informáticos organizados de forma clásica adolecen de una carga de costes demasiado elevada, falta de flexibilidad, insuficiente estabilidad de las aplicaciones, deficiencias de productividad o escasa satisfacción del cliente.
Pero optimizarlos es uno de los principales motivos para utilizar métodos ágiles. En este sentido, la primera pregunta que debe responderse es qué parámetros de rendimiento podrían mejorarse mediante DevOps.
De lo contrario, se invierte mucho esfuerzo en un cambio sin ningún beneficio contable porque la organización de TI sigue irreflexivamente una tendencia general.
2. no ven DevOps como una herramienta
DevOps se presenta a menudo como una especie de marco ágil. En realidad, sin embargo, no se trata de un concepto metodológico en sentido estricto, sino de una nueva filosofía con mecanismos de planificación modificados, procesos más flexibles y jerarquías más planas para mejorar los procesos entre las áreas de desarrollo y explotación de software.
Ciertos principios como la cooperación basada en la confianza, la idea lean, los criterios de evaluación uniformes, la entrega continua, la automatización de los procesos y el intercambio de información desempeñan un papel esencial en la cooperación más eficaz entre ambas áreas.
Son la base de una mayor rapidez en la publicación de software, una eliminación más rápida de errores críticos y una gestión más eficaz de las tareas no planificadas.
3. realizar el cambio de forma controlada
Por lo tanto, la orientación hacia DevOps puede provocar enfrentamientos considerables con la mentalidad de la organización clásica. Por ello, se recomienda dar forma al cambio sucesivamente y supervisar de cerca el éxito en función de ratios definidos.
Esto puede hacerse, por ejemplo, midiendo la frecuencia de nuevos despliegues o determinando el tiempo transcurrido entre la identificación de errores y su eliminación. Los criterios de evaluación también pueden incluir una medición del rendimiento de la aplicación o del número de despliegues fallidos.
Como alternativa, puede ser útil utilizar aplicaciones de muestra no críticas para el negocio para introducir el enfoque DevOps.
4. identificar los generadores de impulsos
Los supervisores de todos los niveles de gestión y los propios empleados deben comprender qué hay detrás de la filosofía de DevOps. Sin embargo, dado que la introducción va acompañada de un importante cambio cultural en la cooperación, difícilmente puede asumirse que este cambio se producirá con éxito simplemente anunciando nuevos procedimientos.
Por lo tanto, es importante contar con iniciadores en la empresa que aporten los conocimientos previos necesarios y un entendimiento común, pero que también presten asistencia en lo que respecta a los procedimientos operativos.
Los equipos ágiles y autónomos son el núcleo operativo de los procesos DevOps, lo que al mismo tiempo supone una sustitución de los procesos anteriormente controlados y responsables de forma centralizada.
A este respecto, se requiere una comprensión diferente del liderazgo si se quieren eliminar en la medida de lo posible los límites y jerarquías departamentales, es decir, si los promotores, los departamentos y la dirección han de trabajar juntos a la altura de los ojos.
Además, la transformación DevOps requiere un pensamiento visionario y una acción inspiradora por parte de los directivos.