Cómo su tienda se convierte en una tienda inteligente
El comercio minorista se digitaliza. No sólo para seguir el ritmo de la competencia en línea. Cada vez se utilizan más dispositivos conectados en red e "inteligentes". Aprenden solos, toman decisiones automatizadas y activan acciones. Esto optimiza la cadena de suministro, ahorra tiempo a minoristas y empleados y satisface a los clientes.
Los clientes que pasan por delante de sus tiendas favoritas reciben avisos de las últimas ofertas o colecciones a través del smartphone. En la tienda, reciben la recomendación de vino a juego con los alimentos que ya tienen en la cesta de la compra para la cena prevista. Reciben descuentos personalizados en su teléfono móvil, por ejemplo para su champú favorito u otras ofertas especiales.
Las balizas pueden utilizarse de forma flexible. Los minitransmisores envían mensajes al smartphone por Bluetooth. Pueden ser, por ejemplo, notificaciones push que envían a los clientes ofertas personalizadas en tiempo real en cuanto están cerca de un producto o en una zona determinada de la tienda.
El conocimiento al respecto se compone de información de compras recientes y predicciones sobre qué productos podrían encajar en la cesta de la compra existente.
Los mapas de calor proporcionan a los minoristas información importante sobre sus zonas de venta. Esto se debe a que visualizan datos, por ejemplo, sobre la ocupación:
¿Cuáles son los departamentos más frecuentados? ¿Dónde hay más visitantes? ¿Cuál es el tiempo de espera en caja? Los minoristas pueden analizar estos datos y responder a varias preguntas: ¿Están bien colocados mis productos? ¿Se corresponde la disposición de las zonas con su popularidad? ¿Se corresponde el tamaño de los distintos departamentos con su volumen de negocio?
Las estanterías inteligentes en el comercio minorista reconocen, por ejemplo mediante sensores de peso, lo llenos -o vacíos- que están los compartimentos individuales e inician un nuevo pedido si es necesario. Esto se debe a que están conectadas a un sistema automático de gestión de pedidos.
Se pueden evitar situaciones de falta de existencias y determinar las cantidades óptimas de los pedidos. Las estanterías inteligentes también pueden informar a los empleados cuando las mercancías no están correctamente clasificadas para que puedan actuar rápida y adecuadamente.
Las estanterías inteligentes se utilizan siempre que hay que medir y reordenar cantidades. Puede tratarse de cajas de bombones o cajas de bebidas en el comercio de alimentación, camisetas en tiendas de moda o tornillos y clavos en tiendas de bricolaje.
Los cambios de precio con sólo pulsar un botón ya no son un problema con las etiquetas de precio electrónicas. Atrás quedó el tedioso proceso de cambio de precio: imprimir la etiqueta de precio, ir a la estantería adecuada de la tienda y buscar la mercancía, sustituir la etiqueta.
Los minoristas pueden ahora ajustar los precios de forma dinámica y en tiempo real. Esto ahorra papel, tiempo y, por tanto, costes, y aumenta enormemente el tiempo de reacción en el comercio estacionario. De este modo, los minoristas pueden aplicar precios promocionales y ofertas especiales con mayor rapidez o reaccionar con prontitud a los cambios de precios de la competencia, especialmente en el sector online.
Sin largas esperas, sin colas de un metro ante la caja: el sueño de todo comprador. Los comercios pueden hacerlo posible. Con la ayuda de un gestor de colas, se pueden controlar las zonas de espera delante de las cajas -mediante sensores o cámaras- y abrir automáticamente una nueva caja en cuanto haya un número determinado de clientes esperando.
También es posible comprar sin pasar por caja: una caja automática permite pagar con el móvil. Los clientes ya no tienen que mostrar cada artículo individualmente en la caja. Un sensor detecta el contenido de la cesta de la compra al salir de la tienda y el importe se deduce automáticamente del dispositivo móvil del cliente a través de una app de pago.
Esto no sólo mejora la experiencia del cliente en la tienda, sino que también reduce el tiempo, los costes y los errores de inventario y optimiza la gestión de la cadena de suministro.