Design Thinking - Nueva cultura empresarial


¿Qué entiende exactamente por pensamiento de diseño?
Prof. Falk Uebernickel: El pensamiento de diseño es un método del campo del diseño centrado en el ser humano para resolver los llamados problemas difíciles o mal definidos.
El objetivo es desarrollar nuevos productos o nuevos servicios, mejorar procesos y crear nuevos modelos de negocio. El pensamiento de diseño no es solo un método para crear productos y servicios, sino también para establecer una nueva cultura corporativa.
¿Cómo se imagina el proceso en una empresa?
Uebernickel: En términos puramente teóricos, se trata de un proceso estructurado con un total de cinco pasos, a veces seis, dependiendo de la enseñanza que se siga. En los proyectos prácticos, por supuesto, no está tan estructurado, pero el proceso sirve de guía.
Para concretar: Si quieres empezar con el Design Thinking, primero debes tener claro cuáles son esos problemas tan intrincados de la empresa que hay que resolver.
En la actualidad, estos suelen ser los problemas típicos de la digitalización. En cuanto se descubre un problema de este tipo, se reúne un equipo de tres a cinco personas interdisciplinares.
Es importante que dispongan de tiempo suficiente, ya que estos intrincados problemas necesitan tiempo para ser pensados y abordados.
Para encontrar la solución, se utiliza el pensamiento de diseño recorriendo el proceso en dos o tres repeticiones, una de las cuales también se denomina "sprint de diseño".
En las empresas con las que tenemos el privilegio de trabajar, la alta dirección o los mandos intermedios inician este tipo de proyectos, que se denominan explícitamente proyectos piloto.
Lo importante en un proyecto piloto es empezar. Así no te enredarás en largas discusiones sobre el contenido y los beneficios detallados. Porque sin haberlo probado, no puedes saber si tiene un beneficio para tu propia empresa.
En cuanto se haya llevado a cabo un proyecto piloto de este tipo, los resultados pueden utilizarse para debatir concretamente si es adecuado o no para la empresa y los empleados. Este es probablemente el proceso típico: poner en marcha un proyecto piloto y luego debatir cómo proceder en función de los resultados.
Entonces, ¿no todo lo que se intenta una vez se acaba aplicando?
Uebernickel: Exacto, eso también ocurre. Estamos ante un campo innovador. La idea de que un método siempre tendrá éxito es, por supuesto, una locura. Es como una máquina de imprimir dinero.
Por eso sigo aquí y no soy multimillonario en Silicon Valley. No hay que sobreinterpretar el pensamiento de diseño ni depositar demasiadas esperanzas en él. Es un método que ha demostrado dar mejores resultados en un contexto determinado que en otros. Sin embargo, no todo funciona por sí solo: hay que hacer mucho, es decir, experimentar, probar cosas e implicar a la gente. De lo contrario, tampoco estará contento.
¿Cuáles son los objetivos del método?
Uebernickel: Por supuesto, la prioridad es lo que sale al final: el resultado: Productos y servicios. Pero muchas empresas también lo utilizan para establecer un nuevo tipo de cultura corporativa.
Por ejemplo, más voluntad de experimentar e independencia. Por tanto, hay que capacitar a los empleados para que piensen de forma más emprendedora. Eso significa asumir más riesgos.
Así que el pensamiento de diseño no es sólo un método para crear nuevos productos, sino también para hacer avanzar culturalmente a la empresa: hacerla más creativa, más ágil y más rica en ideas. En última instancia, esto también es importante para la cultura laboral a la que se incorporan los jóvenes: que no te quedes atrapado en estructuras sólidas, sino que puedas trabajar con flexibilidad.