Borrar los datos de la nube es bueno para las TI y para la naturaleza
Hay innumerables programas de telerrealidad que nos dicen cómo combatir nuestra necesidad de acumular cosas que creemos que volveremos a necesitar en el futuro. Por ejemplo, en uno de los más populares, "Tidying up With Marie Kondo", la presentadora dice a los concursantes que sólo conserven las cosas que les produzcan alegría. Como sociedad, parece que hemos reconocido la importancia de mantener nuestro espacio vital ordenado. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de la mayoría de los ordenadores y discos duros. Especialmente la ambigua nube, con su promesa de capacidad de almacenamiento ilimitada, tienta a los usuarios a almacenar datos porque sí: hay espacio suficiente, ¿no? Bueno, técnicamente, sí - porque hemos estado invirtiendo fuertemente en la construcción y mantenimiento de gigantescos centros de datos. En 2018, el diecisiete por ciento de la huella de carbono total causada por la tecnología se debió a los centros de datos. La electricidad que se necesita para hacer funcionar estos centros de datos es de casi 30.000 millones de vatios. Estos servidores desperdician el 90 por ciento de la energía que utilizan porque funcionan a pleno rendimiento durante todo el día. Estos hechos por sí solos hacen que los centros de datos sean peligrosos para el medio ambiente, razón por la cual muchas empresas están haciendo todo lo posible para cambiar estos hechos. Sin embargo, los usuarios individuales pueden poner de su parte simplemente borrando los datos que ya no despiertan alegría.