Finanzas y contabilidad 4.0
Gracias a la automatización de los procesos, cada vez hay más tiempo para analizar los resultados y explorar las tendencias. Esto crea nuevas tareas, perspectivas adicionales y, en última instancia, nuevos puestos en los departamentos de F&A.
Este cambio ya está en pleno apogeo: los departamentos de contabilidad se desprenden sistemáticamente de las tareas de mero inventario y documentación y, en su lugar, realizan cada vez más actividades de creación de valor.
Esto va acompañado de requisitos relativos a la exactitud y validez de la contabilidad, así como del deseo de obtener estados financieros rápidos y precisos. Ni que decir tiene que los procesos asociados deben ser transparentes en todo momento.
La "contabilidad continua" es la fórmula mágica. Con este concepto es posible obtener información en tiempo real sobre la situación financiera, a partir de la cual se pueden tomar decisiones en cualquier momento.
Esto tiene consecuencias para los perfiles de los requisitos del personal contable: las hojas de cálculo, las listas y las macros son cosa del pasado y el centro de atención de las cualificaciones se está desplazando hacia las capacidades analíticas y estratégicas. En resumen: competencias que elevan la calidad del trabajo en el departamento financiero de una empresa a un nivel superior.
Nuevos perfiles profesionales
En consecuencia, se han desarrollado nuevos perfiles laborales como el asesor tecnológico, el analista contable o el experto en cumplimiento normativo, de los que los departamentos de contabilidad modernos difícilmente pueden prescindir:
El Asesor Tecnológico es un miembro del personal con conocimientos básicos de tecnología y familiarizado con los diversos sistemas y procesos informáticos de la contabilidad.
Además, el asesor tecnológico debe conocer la estructura de la empresa y comprender las estructuras contables, las funciones y los flujos de trabajo.
Su área de responsabilidad también incluye la creación de plantillas, por ejemplo para los asientos contables, o la creación de listas de comprobación de tareas para el resto del personal contable.
El operador contable es responsable de la visión de conjunto de las reglas del proceso. Se encarga de que todos los procesos funcionen correctamente y, si surgen problemas que no pueden procesarse automáticamente, asume la responsabilidad y toma la iniciativa para iniciar las correcciones, ajustes o conciliaciones necesarios.
El analista contable puede describirse como el corazón de un sistema contable moderno. Elabora los informes, cada vez más importantes, analiza sus resultados y, por tanto, puede proporcionar información o consejos innovadores en tiempo real.
De este modo, el analista contable se convierte en un asesor empresarial que puede proporcionar a la dirección asesoramiento y apoyo sobre la base de un modelo de contabilidad continua.
El experto en cumplimiento establece las normas básicas, supervisa el control y se encarga de resolver los problemas que salen a la luz gracias al control en primer lugar. El experto en cumplimiento está especializado en estructuras y su verificación; es detallista y trabaja de forma meticulosa y sistemática.
Su trabajo se centra en comprobar si se cumplen las normas establecidas. Para garantizarlo, necesita una perspectiva más amplia que incluya también la implicación de los procesos, así como su control.
En definitiva, puede decirse que las tareas en el departamento de F&A cambiarán masivamente, y con ellas el perfil de requisitos para los empleados.
Hoy en día, son cruciales competencias que hace diez años ni siquiera se podía imaginar que existieran; por ejemplo, los contables de hoy en día necesitan saber qué hay detrás de Big Data y ser capaces de trabajar con estos números.
Además, la informática ha cambiado tanto que ya no basta con dominar los sistemas. Sigue siendo apasionante ver qué tipo de cambio nos espera en los próximos diez años. Una cosa es segura: no habrá parón.