Oficina en casa
Sobrecarga de información: el 82% de los alemanes está estresado
El 82% de los alemanes se siente estresado por la creciente avalancha de información. Así se desprende de una reciente encuesta mundial a 27.000 consumidores, entre ellos 2.000 alemanes, encargada por OpenText. Este estrés está causado por el flujo constante de datos a través de diferentes dispositivos, las redes sociales o el creciente número de aplicaciones a las que están expuestos los trabajadores en su trabajo diario. Los resultados también reflejan hasta qué punto han evolucionado las percepciones y la forma de hacer frente a las crecientes cantidades de información. En 2020, por ejemplo, sólo el 43% de los encuestados afirmó que la sobrecarga de información contribuía a su estrés en el trabajo.
Aunque los modelos de trabajo híbridos se están asentando firmemente en nuestra cultura laboral, solo el 42 % de los encuestados en Alemania confía en disponer de las herramientas adecuadas para trabajar de forma productiva desde casa. Sorprendentemente, esta cifra ha descendido desde 2020: hace dos años, el 63 % pensaba que estaba bien equipado para los retos digitales de la oficina en casa. Paradójicamente, ¡el número de herramientas y aplicaciones utilizadas ha aumentado desde 2020! Así, el 44 por ciento de los encuestados utiliza entre seis y diez herramientas y aplicaciones diferentes a diario (2020: 16 por ciento) para acceder a la información; el 26 por ciento incluso necesita al menos once en su rutina diaria de trabajo (2020: 14 por ciento).
Además de la selección demasiado confusa de aplicaciones, los silos de datos distribuidos por el panorama informático corporativo y, por tanto, de más difícil acceso, contribuyen a aumentar la ineficacia. Casi la mitad de los alemanes dedica al menos una hora al día a buscar información y datos relevantes para el trabajo en la red corporativa o en sistemas compartidos. A menudo no saben dónde se encuentra la información actual (32%), lo que dificulta aún más su trabajo.
Además, el 23% de los encuestados cree que sus compañeros no comparten las versiones actuales de los documentos en archivos compartidos, sino que los almacenan localmente en sus ordenadores. El resultado es que la información relevante se oculta, se pierde o incluso se almacena ilegalmente a nivel local.