La realidad aumentada ayuda al personal de las sucursales y a los clientes
La realidad aumentada es la extensión del mundo real mediante información asistida por ordenador y su integración visual directa en el contexto respectivo.
Para que estas diversas posibilidades puedan utilizarse en el sector minorista, Allgeier y una gran droguería alemana han unido sus fuerzas en un proceso de pensamiento de diseño.
El resultado es una app innovadora que responde al reto actual de la creciente necesidad de información de los clientes finales sobre las propiedades de los productos y sus posibles incompatibilidades.
Con la ayuda de esta app, los empleados de las sucursales podrán mostrar las propiedades y los ingredientes de los productos (si es vegano, si contiene aceites minerales, si es apto para embarazadas, etc.) directamente en el artículo para poder asesorar mejor a los clientes.
Tras introducir los criterios de selección en la aplicación, se escanean las etiquetas de uno o varios productos y la pantalla muestra en color si el artículo cumple o no esos requisitos. De este modo se evita leer y descifrar los ingredientes, a menudo crípticos y, por tanto, difíciles de entender.
Además de las propiedades de los artículos, la aplicación también permite mostrar más información de los sistemas transaccionales, como el número de artículos en stock en la tienda, el stock en línea o la fecha de la próxima entrada de mercancías programada.
Un elemento central de la aplicación técnica de este concepto es la integración de SAP Customer Activity Repository (CAR), que permite a los minoristas procesar los datos de las tiendas en tiempo real. Al fusionar los datos de clientes, ventas e inventario, se crea una plataforma omnicanal central y orientada al servicio.
Tras las constantes experiencias positivas con la realidad aumentada en el uso por parte de los empleados, actualmente estamos trabajando con una tienda de muebles alemana en una aplicación para el cliente final. En este caso, el caso de uso es completamente distinto, por lo que la experiencia de compra está en primer plano y la búsqueda y recogida de artículos se simplifica radicalmente.
El cliente puede escanear varios artículos y colocarlos en una cesta de la compra virtual en la tienda. A continuación, puede pagar el artículo y recogerlo en la tienda.
Si un artículo ya no está en stock, se pueden consultar las existencias en las sucursales vecinas y también se puede reservar o pedir directamente el artículo.
Todas las funciones mencionadas se realizaron mediante una arquitectura basada en servicios. Para ello se utilizan servicios tanto del ERP como del sistema CAR. Por ejemplo, utilizamos el componente CAR Omnichannel Article Availability and Sourcing (OAA) para la información sobre existencias y reservas.
La información sobre la próxima entrada de mercancías se proporciona directamente a través de un servicio del ERP. Esto también se aplica a todos los procesos logísticos, que también se activan a través de un servicio del ERP.
La información sobre las propiedades del producto se almacena en una base de datos local en el smartphone. Esta se actualiza cuando el usuario se conecta por primera vez. Decidimos dar este paso porque en todas las sucursales no está garantizado un acceso a Internet constante y sin latencia.
Durante el desarrollo de los primeros prototipos, se hizo evidente que, aunque los códigos de barras normales funcionan bien en la estantería, los códigos QR muestran un resultado mucho mejor. El autoenfoque de los smartphones también seguía siendo un problema.
El enfoque constante provocaba una especie de parpadeo. El reconocimiento de imágenes de los productos no es actualmente una opción válida para su uso en smartphones en la sucursal. Por un lado, aprender todos los artículos mediante aprendizaje automático supone un enorme esfuerzo y, por otro, el consumo de batería de los smartphones para el reconocimiento de imágenes es inaceptablemente alto.
Por supuesto, se pueden encontrar muchas más funciones para una aplicación de realidad aumentada. Entre otras cosas, tenemos previsto codificar con colores los precios "erróneos" y dar a los empleados la opción de reordenar directamente los productos que faltan en caso de lagunas de presencia.