Los directivos se atribuyen una alta competencia digital
Aproximadamente uno de cada seis (16%) califica su propia competencia digital como Muy buena, uno de cada tres (34%) se califica a sí mismo como Bueno. De media, se dan a sí mismos la calificación escolar de Bien (2,3).
Sin embargo, también existe un escepticismo fundamental hacia las nuevas tecnologías y muchos carecen de tiempo para ocuparse de ellas. Otro 39% se da actualmente una calificación de Satisfactorio, y sólo un 4% de Suficiente. Este es el resultado de una encuesta representativa de 603 empresas de todos los sectores encargada por la asociación digital Bitkom.
Al mismo tiempo, el 18% de los encuestados se declara más bien reacio a las innovaciones tecnológicas, y el 3% rechaza incluso la "mecanización creciente" y afirma que sólo utiliza nuevos dispositivos técnicos o servicios digitales cuando es inevitable.
"La digitalización es cosa del jefe. Quienes asumen la responsabilidad e incluso ven con recelo las tecnologías digitales ponen en peligro la viabilidad futura de su empresa".
afirma Achim Berg, Presidente de Bitkom.
"La crisis de Corona nos ha demostrado la importancia de las tecnologías digitales para nuestra economía. Las empresas mejor digitalizadas tienen una clara ventaja competitiva, especialmente en tiempos de crisis."
La gran mayoría de los directores generales y miembros de consejos de administración tienen una mentalidad muy abierta a las tecnologías digitales. Una cuarta parte (26%) está muy familiarizada con los nuevos dispositivos y tecnologías digitales y le gusta utilizar los nuevos productos cuando salen al mercado.
Uno de cada dos (53%) está más abierto a las innovaciones tecnológicas y las utiliza cuando existe un claro valor añadido. Sin embargo, tres de cada cuatro directivos (73%) afirman que a menudo les falta tiempo para ocuparse de las nuevas tecnologías digitales.
Y ello a pesar de que dos tercios consideran que las tecnologías digitales facilitan su vida privada (70%) y profesional (68%). Uno de cada cuatro (28%) se siente a veces abrumado por las tecnologías digitales.
Uno de cada cinco (21%) teme incluso perder de vista su actividad principal como consecuencia de su preocupación por las tecnologías digitales.
"Nadie debería tirar ciegamente por la borda todo lo probado y comprobado y confiar sólo en lo 'digital'".
dice Berg.
"Pero todo el mundo debería ser consciente al menos de que, en prácticamente todos los sectores, el futuro de los modelos de negocio pasa por lo digital. No precipitarse no significa no dar nunca el salto".