No es gratuito, ¡pero es independiente!
Entretanto, tanto el nuevo Gobierno federal como estados federados como Sajonia-Anhalt y Schleswig-Holstein han consagrado el uso preferente de software de código abierto o su consideración sistemática en los procesos de selección de TI en sus respectivos acuerdos de coalición o han reorientado su acción de gobierno en esta dirección.
Sin embargo, las razones para utilizar el código abierto son muy distintas. Los gobiernos y el sector público asumen cada vez más que el software de código abierto les hará más independientes de los proveedores individuales y, por tanto, más soberanos. Al mismo tiempo, quieren reducir los costes de mantenimiento y servicio de sus sistemas informáticos y hacer más transparente el uso del dinero de los contribuyentes. Las empresas comerciales a veces utilizan software de código abierto porque esperan conseguir importantes ahorros de costes.
Especialmente en el segmento de las pequeñas y medianas empresas (PYME), motor de las economías occidentales, sigue ocurriendo que incluso responsables y defensores relevantes y a menudo muy bien informados de las empresas describen el software de código abierto como gratuito. Aunque esta suposición no es correcta, a menudo es decisiva para la decisión de utilizar el código abierto. La instalación, personalización, ampliación, mantenimiento y uso de este tipo de software puede costar dinero. En contraste con el software propietario, no suele haber costes de licencia como inversión inicial cuando se utiliza código abierto.
Además, ocurre que las verdaderas ventajas del código abierto pasan a un segundo plano. Entre otras cosas, facilita comparativamente el cambio de proveedor de servicios y la participación de otros agentes, es decir, se reducen los costes de cambio y aumenta la flexibilidad. El uso transparente del dinero de los contribuyentes puede generar interés en la participación de terceros conocedores y voluntarios. En ocasiones, esto puede establecer normas para todo un sector y la sociedad. Además, el uso de software de código abierto hace que las organizaciones sean menos vulnerables al chantaje.
Esto significa que el software abierto es especialmente útil para una organización cuando la digitalización y la soberanía digital, así como la independencia conceptual de proveedores individuales, son tanto una máxima de actuación como una perspectiva de desarrollo. Por lo tanto, su uso tiene sentido sobre todo cuando las empresas y el sector público quieren implementar la digitalización por su cuenta o con la ayuda de proveedores de servicios adecuados para diseñar su propia infraestructura y procesos digitales. Al mismo tiempo, se puede contribuir positivamente al desarrollo social.
Sostenibilidad
Por cierto, el código abierto también es un pilar eficaz para las estructuras sostenibles. Con su ayuda pueden evitarse la redundancia y el despilfarro de recursos. Por último, pero no por ello menos importante, el uso sistemático, la promoción y el desarrollo de software de código abierto es también un importante criterio de sostenibilidad que no debe subestimarse para los sectores privado y público.
Allí donde los costes de cambio de software son elevados o las alternativas disponibles no son numerosas, el código abierto garantiza una competencia funcionalmente sostenible y evita que los proveedores propietarios se descontrolen. Es posible que esto también haya contribuido a que los sistemas operativos de escritorio o los sistemas de aplicaciones empresariales cerrados que dominan el mercado hayan mejorado cualitativamente. Por tanto, el software de código abierto no es una cuestión de parasitismo o de culto esotérico. Se trata de sostenibilidad, independencia, flexibilidad y soberanía.