Cómo optimiza S/4 la estrategia corporativa
Y es igualmente imperativo que las empresas alineen la transformación digital con sus objetivos empresariales individuales y estratégicos. Esto requiere una suite ERP en tiempo real de muy alto rendimiento como la plataforma S/4.
Combina las ventajas de un sistema ERP inteligente de nueva generación con las del mundo SAP. Sin embargo, para beneficiarse de todas las ventajas que abren Hana y S/4, no basta con enfocar la implantación únicamente desde el punto de vista de las tecnologías de la información.
El nivel estratégico es igualmente importante. Es importante que las empresas implanten la digitalización en su forma de pensar y en su cultura. La introducción de S/4, en particular, ofrece la oportunidad de examinar todos y cada uno de los procesos, toda la estructura y todas las definiciones de políticas para ver si realmente están rigurosamente alineadas con los objetivos estratégicos corporativos y dónde hay potencial de optimización.
Para ello, es esencial, en primer lugar, tener claros los puntos clave de la estrategia empresarial a medio y largo plazo y, en un segundo paso, derivar de ahí los objetivos que se quieren alcanzar mediante la conversión a S/4. Y como todo proyecto informático complejo, la implantación de S/4 también requiere una preparación exhaustiva.
Es imprescindible planificar con antelación cada una de las fases del proyecto e implicar desde el principio a los responsables directamente afectados, así como a los informáticos, e informar a todas las partes interesadas en una fase temprana.
En la era digital, sólo hay una constante para muchas empresas: la del cambio permanente. Por ello, un cambio fundamental como la migración a una nueva suite ERP debe servir a la dirección para detenerse un momento y tomar conciencia de cómo y hacia dónde debe evolucionar exactamente la empresa a medio y largo plazo.
No basta con tener clara la estrategia corporativa. Hay que asegurarse de que cualquier estrategia derivada por los departamentos encaje realmente en el concepto global.
Ni que decir tiene que esto no puede hacerse más allá de los aspectos jurídicos y económicos. Incluso los proyectos en curso y firmemente planificados no deben quedar al margen de estas consideraciones.
Una vez determinado el objetivo final, pueden definirse claramente los objetivos de la transformación. Estos, a su vez, son las directrices para configurar el proyecto S/4 de tal manera que contribuya de forma eficaz, significativa y sostenible a la aplicación de la estrategia corporativa.
De estos objetivos depende entonces qué método concreto de transformación es el más adecuado: enfoque greenfield o brownfield. Para poder decidir entre empezar de cero o migrar, primero hay que saber cómo es el mapa de procesos de la empresa, cómo debería estructurarse en el futuro y qué procesos críticos existen en la empresa.
Un enfoque estructurado de la transformación estratégica también incluye la planificación coherente de las distintas fases del proyecto y su ejecución, y su delimitación con hitos.
Además, en este contexto deben definirse las responsabilidades y el alcance respectivo de los procesos. También se aconseja a las empresas que no sólo identifiquen los procesos críticos para el negocio, sino que los verifiquen con arreglo a las normas del sector.
Resulta útil fijar objetivos concretos para cada fase del proyecto, preparar una indicación de esfuerzos para los siguientes pasos y elaborar una propuesta sobre cómo pueden llevarse a cabo los distintos elementos.
Sólo hay una forma de satisfacer las demandas de los usuarios: Primero hay que averiguar qué quieren. Por tanto, es esencial que la empresa identifique a todas las partes interesadas que son importantes a la hora de llevar a cabo la transformación estratégica al nuevo S/4.
Hay que averiguar qué ideas tienen los distintos departamentos sobre sus procesos ideales y si éstas se correlacionan con los objetivos corporativos a corto y largo plazo.
Además de las opiniones de los responsables pertinentes, las ideas del equipo informático también deben registrarse y compararse tanto con los deseos de los colegas de profesión como con la estrategia corporativa.
Al fin y al cabo, es el departamento de TI el que capacitará a los empleados para aplicar de forma independiente la digitalización en su departamento sin perder de vista la visión corporativa. En este caso, la atención se centra en la cooperación interdisciplinar.
Lo que es cierto para los proyectos en general lo es aún más para los proyectos de transformación de dimensión estratégica, cuyos efectos suelen sentirse en toda la empresa.
A veces, cada parte interesada tiene una perspectiva distinta del proyecto y tiene intenciones y expectativas diferentes. Por eso es crucial crear una base sostenible para el proyecto de transformación.