¿Transformación a expensas de la neutralidad de la red, o viceversa?
Todos los datos son iguales en la red. Y algunos pronto serán más iguales? Desde que Günther Oettinger, Comisario Europeo de Asuntos Digitales, propuso sus planes para financiar la expansión europea de la red, el debate ha sido acalorado.
Quienes quieran que sus datos se canalicen preferentemente a través de la autopista de datos tendrán que pagar más por ello. Según Oettinger, estos ingresos adicionales deberían ser utilizados a su vez por los proveedores de telecomunicaciones para ampliar la red. Entonces ya no existiría una red neutral como antes, en la que todos los datos recibirían el mismo trato.
El debate sobre la neutralidad de la red divide actualmente a los participantes en dos bandos. Los que ven en su supresión una desventaja para los consumidores privados, porque sus paquetes de datos se transmitirían posiblemente con menor prioridad. Los otros, que también se llevarían un poco más de dinero en mano por las ventajas competitivas.
Cuanto antes sea posible la evaluación de datos para las empresas, más rápido podrán reaccionar. Por tanto, desde el punto de vista de la economía, una cosa está clara: el desarrollo hacia la Industria 4.0 y la interconexión cada vez mayor de todo (Internet de las cosas, IoT) deben dominarse en Alemania para no perder la conexión global.
Sin embargo, dado que la red local de telecomunicaciones aún no está diseñada para la transformación digital, que requiere capacidades adicionales, una solución a través de vías rápidas en Internet sería sin duda bienvenida.
Una transmisión de datos más rápida o preferente para la mayoría sólo sería una solución a corto plazo. Mucho más importante, sin embargo, es la expansión fundamental de las redes de telecomunicaciones en Alemania y la UE.
Se necesitan inversiones para impulsar nuevos modelos de negocio. Los vacíos radioeléctricos no son una opción en la era del IoT. La inversión en la expansión de la red no debe aportarla solo el consumidor.
El hecho es que nuestras redes -tal y como están las cosas hoy en día- no pueden hacer frente a la transformación digital a la que aspiran la mayoría de las empresas. Ahora podemos enfadarnos porque los proveedores, las empresas y la política no actuaron con suficiente previsión.
El hecho de que la creación de una base técnica sólida deba ahora subcontratarse prácticamente a los operadores de redes es, no obstante, necesario si queremos seguir siendo competitivos como país.
Por ello, en el seno del DSAG también nos preocupan las cuestiones de optimización, ampliación y nuevos métodos para las infraestructuras que han de allanar el camino a la Industria 4.0 en todos los ámbitos. Una red insuficientemente desarrollada no debería ni debe mermar el poder innovador de este país.
Desgraciadamente, en la realidad esto está bastante restringido. Por eso es aún más importante girar ambas tuercas, la promoción de nuevos modelos de negocio y la ampliación de la red, en igual medida para hacer avanzar a Alemania como lugar de negocios.
Tesoros de cabeza en lugar de recursos minerales
Porque hay algo que debemos tener en cuenta: En Alemania no tenemos recursos minerales, tenemos sobre todo tesoros de cabeza. Por tanto, debemos conseguir no seguir pasando las responsabilidades del desarrollo de los yacimientos de A a B y de B a C, sino elaborar junto con los políticos un concepto que podamos aplicar concretamente.
En los debates de nuestros grupos de trabajo, hemos constatado que nuestros miembros están muy bien posicionados en la comunicación de máquina a máquina a nivel empresarial, es decir, en el ámbito de la tecnología de sensores.
Lo que a menudo sigue faltando es la idea de qué puede hacerse o desarrollarse a partir de ello y cómo pueden desarrollarse a su vez nuevos modelos de negocio en el mercado a partir del uso de las nuevas tecnologías y el aumento de las redes en segundo plano.
Hay muchas posibilidades: no dejes que los factores externos te impidan pensar con suficiente perspectiva.