Rápido, sencillo y limitado
No basta con que sea rápido y sencillo, también son importantes la equidad, la transparencia y la continuidad. SAP suprimió a principios de año el Usuario Profesional Limitado (LPU) de la Lista de Precios y Condiciones (PKL).
Los pedidos repetidos sólo son posibles en parte. SAP está haciendo todo lo posible para empujar a los clientes existentes hacia los usuarios profesionales (3.200 euros), y el DSAG sigue en gran medida de brazos cruzados y observando estos tejemanejes, pero este tema dominará el próximo congreso anual.
Al fin y al cabo, Michael Kleinemeier y Gerd Oswald no pensaban hacer otra cosa que duplicar el volumen de negocio de asistencia, con el mismo servicio. Sin embargo, los clientes actuales tienen de plazo hasta el 14 de agosto para justificar la forma en que desean seguir recibiendo la LPU, a pesar del compromiso contraído por SAP el año pasado:
"Los clientes que hayan obtenido previamente la licencia de Usuario Profesional Limitado pueden obtener más licencias de lo mismo utilizando la misma definición".
Es cierto que todo se puede justificar de alguna manera, pero el fenómeno del lenguaje se basa en la regularidad y la coherencia en la acción, tal y como lo definió el filósofo vienés Ludwig Wittgenstein (1889-1951).
Tras el intercambio verbal de golpes entre Gerd Oswald, miembro de la junta directiva de SAP, y Andreas Oczko, miembro de la junta directiva de la DSAG, a propósito de la normativa sobre licencias en el congreso de la DSAG celebrado el año pasado en Leipzig, este año podría repetirse: Oczko contra Kleinemeier (según el programa oficial, Gerd Oswald no estará presente en su último año en SAP).
Michael Kleinemeier, miembro de la Junta Directiva Global, pronunciará su discurso de apertura en Bremen el segundo día del congreso. Y surge la pregunta de si sólo hablará de simple y rápido o si también abordará la muerte de la LPU.
Sería deseable una aclaración y un acuerdo con los miembros del GASD implicados. En cualquier caso, la PKL 2015 de Bremen dará mucho que hablar, ya que la cuestión de la "utilización indirecta" sigue sin resolverse.
Oficialmente, el usuario de la plataforma debe comprarla por 1.300 euros, pero ¿quién puede pagarla? Un documento de la DSAG habla de la posibilidad de daños y perjuicios de más de dos millones de euros por cliente existente debido a la posterior concesión de licencias para uso indirecto.