Rendimiento débil


Las posibilidades de mejorar la calidad y los costes de los procesos distan mucho de haberse agotado, según un estudio de Actinium Consulting. Al parecer, las empresas están teniendo grandes dificultades en sus esfuerzos de optimización, ya que en los últimos tres años sólo se ha producido una mejora marginal.
Los más de 300 directivos de empresa encuestados admitieron en el estudio que se enfrentan a grandes obstáculos para seguir desarrollando la gestión de procesos.
Entre ellas se encuentran una comprensión insuficiente de los procesos tanto entre los empleados de los departamentos especializados como en TI, así como una escasa disposición al cambio y restricciones a la inversión. Además, en uno de cada dos casos falta una estrategia global para la empresa.
"Esto significa que las áreas de negocio a menudo van por libre en lugar de buscar la cooperación interna.
resume el Director General de Actinium, Klaus Hüttl.
Incluso en la dirección, no hay suficiente apoyo activo en la mitad de las empresas. Sin embargo, la orientación a los procesos no es un fin en sí mismo, sino que, según dos tercios de los directivos de empresa, es necesaria únicamente con vistas a mejorar los costes y aumentar la productividad.
Hüttl atribuye este contraste al hecho de que muchas empresas aún no han conseguido conciliar los requisitos y la acción real.
"Por un lado, se concede gran importancia estratégica a la cuestión del proceso, pero por otro, los hábitos y otras fuerzas inerciales impiden a menudo un enfoque coherente".
Que existe una necesidad concreta de actuación lo demuestra el juicio crítico de los gestores empresariales sobre la utilidad actual de los procesos empresariales en su área de responsabilidad.
Después de todo, el 61% ve un considerable potencial de optimización en términos de calidad, y un número similar está insatisfecho con los costes del proceso. Pero una gran mayoría también ve un importante potencial de mejora en términos de productividad y transparencia de los procesos, así como en la modelización de los mismos. La mitad de los encuestados ni siquiera cree que la cuestión del cumplimiento esté suficientemente cubierta, y la situación es aún peor en lo que respecta a la integración de procesos.
"Las empresas con estos ratios apenas están suficientemente preparadas para el futuro ante la creciente necesidad de digitalización de los procesos"
Hüttl juzga.
En el futuro, los procesos altamente automatizados y transparentes serán aún más importantes que antes. Pero es precisamente aquí donde las cosas han cambiado desde 2013 y el grado de digitalización ha pasado del 40% al 53%.
Por otro lado, sigue faltando una integración suficiente de los procesos empresariales, aunque este aspecto también es de gran importancia para el futuro digital.